Sevilla. Identidad a flor de piel

«Sevilla. Una marca con sabor a historia»

Todo lo que se ha dicho de Sevilla y todo lo que se dirá. No es mi intención ofrecer una visión de un destino turístico sobradamente encumbrado, contando qué se debe ver o qué es aconsejable hacer. Para nada. Es más, no me gusta visitar los sitios dirigida por una lista de «obligatoriedades». Como me ocurre con tantas otras cosas, prefiero descubrir por mí misma la singularidad de un lugar sin que me la hayan contando antes o, mejor dicho, sin que me digan en qué parte de su esencia se encuentra (difícil escapar a la influencia de un destino tan renombrado como Sevilla). Para poder saber si es una singularidad de VERDAD prefiero ser yo la que la busque.

Ya he visitado la ciudad en otras ocasiones pero el paso del tiempo, ofrece nuevas maneras de mirar (algo bueno tiene que tener). Si hay algo que tengo claro es que SEVILLA es un lugar con una SINGULARIDAD innata, que está fuertemente arraigada a sus raíces por los siglos de los siglos.

¿QUÉ HACE DE SEVILLA UN LUGAR ESPECIAL?

¿Es Sevilla una MARCA?¿Recordáis que no hace mucho hablábamos de qué es el BRANDING PLACE? En ese post llegábamos a describir qué suponía, hoy en día, que una ciudad o un destino sea capaz de erigirse por encima de otras/otros con unos valores que lo conviertan en algo deseado. No debemos despreciar  esta cuestión ya que esa actitud puede transformar radicalmente un lugar. (Otro día hablaremos de nuestra DONOSTI y la metamorfosis que está viviendo desde que vivimos en paz).

No me lío, en este post lo que quiero es contaros qué hace que Sevilla sea Sevilla en la mente de todos.

HISTORIA

Que no es otra cosa que tiempo y las cosas que pasan en ese tiempo. En Sevilla han pasado muchas a lo largo de la historia. Ha habido invasiones, guerras, convivencia de culturas, personajes ilustres arrimados a las épocas doradas y otros que se han mantenido en las oscuras. Ingredientes que han ido dejando un poso que ha germinado. La historia ha hecho de Sevilla un ejemplo de que la mezcla de mucho bueno tiene como resultado algo extraordinario.

Árabes y cristianos. Arte mudéjar, islámico y gótico, barroco, renacentista y marianista. Y ahora, también estilo contemporáneo en nuevos edificios como el bautizado por la gente como «Las Setas» que al principio rechazaron y, una vez más, como siempre a lo largo de toda su historia, han acogido e integrado entre las torres islámicas, las cúpulas católicas y las miles de terrazas sevillanas que soportan un frondoso bosque de antenas, signo inequívoco del siglo XX. Todos en armonía moldeando una personalidad única e irrepetible. Y todo lo tenemos ahí, al alcance de nuestros ojos y d nuestras manos en un sorprendente estado que promete perdurar más siglos de los ya vividos.

 

ORGULLOSOS DE SU SINGULARIDAD

Porque la singularidad de Sevilla es VERDAD, existe. Está en el ADN de su historia. Se ha forjado a lo largo del tiempo y las personas que la moldean (al igual que en una empresa) son sus principales embajadores y protectores de sus valores. Los que hacen que se mantengan, crezcan y evolucionen. El sevillano se siente especial. Algunos los tacharán de engreídos, prepotentes y sobre-actuados. Puede ser. Puede haberlos. Pero eso no es lo importante.Lo que sí es importante es que el sevillano siente su singularidad, se siente único y diferente y lo comunica con orgullo a través de su porte, su habla o el apego a sus costumbres.

Puede gustar o no pero Sevilla y los sevillanos no dejan a nadie indiferente. Y qué decir de sus cañitas, chopos o «pringaos» que ayudan a formar parte un poquito más de la atmósfera del lugar. ¡Volveremos!

 

Fotografías ©Cabo de Marcas 2018

 

 

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