El branding, ¿es caro?

“Es mucho más caro trabajar sin estrategia»

«Menos branding y más trabajar. Más vender». Seamos sinceros, seguro que todos hemos oído esto en alguna ocasión de boca de un empresario. Y, ¿Quién dijo que branding es «no trabajar»? Sin duda, y la situación actual es la mejor muestra de ello, es mucho más caro trabajar sin apoyarse en una sólida estrategia de marca. Es cierto, no estamos acostumbrados a hablar de estrategia sino a trabajar. Es lo que ha traído hasta aquí a muchas de las empresas que todavía hoy, existen. Y. sí, también es cierto que, muchas de ellas han vivido crecimientos notables, evoluciones de éxito. Pero la socorrida frase de “los tiempos han cambiado”, sirve también para hablar de branding y de estrategia. Realmente, los tiempos ha cambiado y mucho. Hace 20 años no se podía prever que un nuevo canal que veía la luz por aquellas fechas, internet, podía influir tanto en las actitudes de consumo y, sobre todo en la relación entre marcas y consumidores. Internet ha hecho que las marcas sean de un sitio pero estén en todas partes. La competencia no sólo se ha multiplicado sino que ha aumentado exponencialmente. Y, si sólo fuera porque el número de competidores es mayor, podría ser hasta sencillo. La famosa globalización ha permitido la entrada en nuestros mercados de estos nuevos contrincantes que traen debajo del brazo, ideas, nuevas maneras de hacer, nuevos formatos y…muchas ganas de ser los primeros en el ranking de salida. Cuando aquí, en ciertos ámbitos de este país, nos mostrábamos todavía «perezosos» frente a la innovación, manejándola como un extra, los demás, la presentaban como parte natural del ADN de su marca. Lo mismo ocurre con el Branding. En muchas empresas pymes, especialmente, en las que los términos estrategia, marca, comunicación, comunicación corporativa siguen resultando lejanos, el Branding asusta. Branding supone un enfoque radicalmente diferente a lo que, en las pymes se está habituado. Primero pensar y después trabajar. Mucho. Mucho de ambos. Y, como comentábamos en un post anterior (Branding vs tiempo), es un gran esfuerzo que recoge resultados a medio/largo plazo. Visto así, parece caro. Sin embargo, no hace falta profundizar mucho para comprobar que trabajar sin una estrategia perfilada puede resultar mucho más costoso. Pongamos algunos ejemplos: – Lanzar productos sin analizar qué hace el resto, y qué se puede ofrecer diferente. – Realizar una herramienta de venta, un catálogo, por ejemplo, sin analizar su uso y sin un planteamiento global de herramientas de venta. – Crear perfiles sociales, porque los demás los tienen, donde los usuarios no vean actividad, respuestas o nuevas propuestas – Ofrecer propuestas de valor que no son verdaderas: “somos los más rápidos entregando”” nuestro producto es único” – Decir que la marca exporta y, sin embargo, no planificar ningún recurso para ello (web sin idiomas, mala distribución,…) – No involucrar al personal de la compañía bajo una IDEA única. “Ellos están a otra cosa…” – Realizar cambios de identidad que impliquen cambios de la compañía y no implantarlos de forma GLOBAL. “Es que la web la hicimos hace poco…» Todo esto sí que es caro. Toca asumir en qué punto nos encontramos para poder trabajar con fuerza y tesón apoyándonos siempre en una ESTRATEGIA de BRANDING bien definida que nos permita caminar con RUMBO. Fotografía©CABO DE MARCAS 2014

2 comentarios
  1. Augusto Leiva
    Augusto Leiva Dice:

    Hola Silvia, enhorabuena por el post!!!! me ha parecido muy intersante y lo voy a difundir 😉
    Estoy totalmente de acuerdo, lo caro es no hacer branding y corregir «sobre la marcha» líneas de actuación llevados por la moda del contexto.
    Si la empresa sabe «quién es» sabrá hacia dónde ir, y el branding apoyará este trabajo en el hacer y el decir de las cosas que hagan a la empresas legítima y consistente.
    Un abrazo grande!!!
    Augusto

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    • admin
      admin Dice:

      Gracias Augusto por tus aportaciones.
      Efectivamente, a priori resulta sencillo de comprender, de sentido común y resulta curioso lo complicado que parece ponerlo en la práctica.
      Pero , como todo, es cuestión de empezar, ver la eficacia de nuevas maneras de trabajar y, poco a poco, todos nos iremos acostumbrando.
      ¡No hay que desfallecer!
      Silvia

      Responder

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