El calvo, rasgo de identidad.

“¿Dónde está «nuestra» Lotería de Navidad?»

El último anuncio de la Lotería de Navidad sigue dando mucho que hablar, o mejor debería decir parodiar. Desde hace años, dicho anuncio se ha convertido el pistoletazo de salida emocional de la Navidad. Sin embargo, todo el ruido que ha generado este año está lejos de aquello a lo que estábamos acostumbrados. ¿Por qué? Al fin y al cabo, este no es más que un nuevo anuncio creado por una marca en Navidad. Sin embargo, ofrece un interesante matiz, una marca que más que ventas busca seguir ocupando un lugar privilegiado en nuestras ilusiones.¡Ah! Será esto, se dirige directamente a nuestro corazón. Nos hace soñar. ¿Qué es la Lotería de Navidad? No es ninguna novedad contar que la lotería en España tiene un carácter único que no se da en otros países y es precisamente la de Navidad la que ha conseguido mayor número de seguidores (usando la terminología de los Medios Sociales) y, por tanto, consumidores, convirtiéndose en una marca en sí misma. Y, como tal, ofrece una identidad que todos somos capaces de reconocer. Una marca que ofrece la interesante particularidad de que un colectivo tan grande y tan dispar, un país como España, se unifique embaucado por los mismos valores, los que nos ofrece la Lotería de Navidad. ¿Qué valores? Valores que no son muy diferentes a lo que la Navidad ofrece: emoción, cercanía, familiaridad, ilusión y, sobre todo, identidad. Desde 1998 hasta 2005 (spots 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005) estos valores quedaron perfectamente reflejados en los anuncios televisivos tan conocidos por aquella flamante figura del “calvo” , un estupendo actor inglés que hoy, 15 años después, todo el mundo recuerda y menciona con nostalgia. Entonces, ¿por qué nos quitaron al calvo de nuestro horizonte? Las teorías que circulan por la red son múltiples: desde la canibalización de la marca por la figura del calvo , hasta que sus honorarios eran demasiado altos (¡!). (Por cierto, ha protagonizado este año el anuncio de Acción Contra el Hambre) En los años posteriores, 2006, 2007, 2008, los parámetros: personajes, narrativa, música, escenarios, color, etc. del anuncio cambiaron radicalmente dando lugar a piezas que pasaron desapercibidas y sino, ¿alguien recuerda el anuncio del 2006? Parece que esto no pasó inadvertido a los responsables de la marca que en los anuncios de 2011 y 2012 consiguieron recuperar la magia de la Lotería de Navidad a través de la Fábrica de los Sueños,sin, en cambio, reflejar la identidad lograda con los anuncios del calvo. Y, ¿ahora? Este año la Lotería de Navidad nos sorprende con un nuevo giro en su identidad visual. Seamos justos: buenos y reconocidos intérpretes, más que reconocido director, buena fotografía, buena ambientación,…¿Por qué no ha funcionado? ¿Es “ruido” mediático lo que buscaba la marca? Quizás simplemente han optado por un estilo navideño correcto pero no con una identidad con la que todos nos reflejamos y que todos buscamos. La Lotería de Navidad del 2013 nos ofrece estrellas cuando quizás, lo que buscamos sean sueños.

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