Influencers, bloggers y otras profesiones

«Nuevas estrategias de Branding digital. El que no corre vuela»

Esto es para volverse locos. Todavía nos estamos acostumbrando a comprender el mundo desde una pantalla en la que tocamos con el dedo, buscamos lo que nos interesa y, como si nos leyera la mente, nos invade una sobre dosis de información relacionada; cuando nuevos términos como influencers, bloggers o youtubers  irrumpen en el panorama. Esto no se para. Y, no es por desanimar pero, como mucho, va a ir más rápido de lo que estamos acostumbrados. Pensad que, a día de hoy, todavía hay más generaciones analógicas (¿habíais oído hablar alguna vez de este concepto? Hace referencia a los que hemos nacido antes de la irrupción de la tecnología digital 2.0) que generaciones nativas digitales. Pensad un poco, pero los primeros nativos digitales no tendrán ahora más de 10/12 años lo que significa que, cuando ellos estén al frente del mercado laboral o el de consumo, los cambios serán bestiales. Para ellos naturales, para los que hemos subido al carro durante el trayecto…no quiero ni pensar cómo será.

LA COMUNICACIÓN EN EL 2017

En fin. No vamos a reincidir sobre cómo ha cambiado todo. Lo que sí me parece curioso comentar es lo rápido que se ha dado este CAMBIO (con mayúsculas). Nuestros abuelos no contaron con teléfono, tampoco televisión y apenas unos pocos tenían coche con el que desplazarse a lugares distanciados de sus entornos. Su círculo de comunicación natural era su vecindario, barrio o pueblo en los eventos colectivos.

Nuestros padres vieron la tele del vecino en blanco y negro y siguieron sin teléfono en casa ni grandes medios que les permitiera ir mucho más allá de su casa. Así que tampoco se había cambiado mucho de una generación a otra.

Después llegamos nosotros. Todavía recuerdo el día que pusieron el teléfono en mi casa y la alegría de mi padre por poder llamar a sus padres a Granada o el día que mi madre nos dio la sorpresa de poder ver los payasos en color. Yo tendría unos 10 años y recuerdo el fuerte salto que hubo al poco tiempo cuando a mi hermano le regalaron la primera maquinita de juegos de la que no se separaba en todo el día.

Hasta ahí habrían pasado unos 30 años pero luego todo empezó a volar. Los ordenadores personales entraron en las casas y muchas cosas se empezaron a dejar de hacer a mano. Por ejemplo, los que estudiábamos diseño, componíamos nuestros titulares con las letras de LETRASET (carísimas y difíciles de manipular. ¡Qué tiempos!).

Y, la llegada del MÓVIL E  INTERNET fue el punto de inflexión para que la comunicación modificara sus hábitos de manera radical. ¿Cuántos años llevaremos con ambos (móvil e internet)? ¿15 años? Los que os hayáis identificado con el perfil generacional que os describo, mirad a vuestro alrededor. Ahora, hoy, puede ocurrir que estamos con alguien (marido, esposa, madre, hijo, amigo) y le estamos contestando a través del WhatsApp a algo que está diciendo en un grupo que compartimos. Nos decimos algo sin mirarnos a la cara, mirando al móvil. Un horror, ¿verdad? Pero no nos vamos a tirar de los pelos, que levante la mano al que no le haya pasado nunca. Es un tsunami al que es difícil esquivar. Esta es hoy la comunicación.

NUEVOS PERFILES PROFESIONALES (Influencers, bloggers, youtubers…)

Y podemos ir más allá. Buscamos recetas en internet, hacemos itinerarios para nuestras vacaciones, preguntamos si esto es mejor que lo otro,  nos inspiramos con millones de ideas en cualquier tema que necesitemos…Vivimos una realidad virtual de todo antes de sentir la experiencia real. Si lo pensáis bien, ¿no os parece increíble?

¿Qué ha provocado esto? Antes, si teníamos dudas sobre comprar un detergente u otro, acudíamos a la vecina para ver qué hacía ella y, aprovechando, nos dábamos un homenaje merendando juntas. Ahora no tenemos tiempo. Preguntamos a nuestros vecinos virtuales y aparecen millones de respuestas y, ¿cuál es la buena?

La guerra de las marcas. La misma guerra de siempre pero en la que los combatientes se han multiplicado exponencialmente.

Con el tiempo, las marcas han entendido esto a la perfección y se han dado cuenta que ahora hay que conseguir los favores de «tu vecino virtual» para que te cuente que nuestro detergente lava más blanco. Como antes ocurría en la TV, las marcas lo dicen y lo cuentan a través de su website u otros canales corporativos que tengan abiertos pero, ahora hay muchas direcciones en las que mirar y es difícil hacerse ver. Por eso, de manera natural, han surgido nuevos roles que las marcas aprovechan para que todos pensemos que un producto limpia mejor, que estaré más guapa con ese pintalabios en concreto o que aquel destino es el perfecto para nuestras vacaciones (en esto ni se ha cambiado nada).

¿Cuáles son estos roles? Ahí van algunos de los que más se oye ahora hablar:

INFLUENCERS

Según la revista Forbes, un influencia es una persona que genera información basada en su opinión sobre productos, servicios, tendencias y/o temas de actualidad, contando con un gran poder de recomendación, veracidad e influencia. El influencer cuenta con una comunidad propia de lectores generada en torno de su persona, compuesta de un elevado número de seguidores/ suscriptores/fans que tienen al influencer en su Top of Mind sobre la materia”.

  • O lo que es lo mismo, un influencer es una persona muy activa en Redes Sociales, con un gran número  de seguidores para los que sus opiniones son fundamentales a la hora de decidirse por una marca o un producto. Las marcas persiguen a los influencers porque han descubierto que se les convencen a ellos acerca de lo que ofrecen, contarán con una legión de posibles consumidores a la vuelta de la esquina. ¿Cómo convencerles? Lo más lógico y honesto es que las marcas permitan probar de manera gratuita los productos al influencers y, si son buenos, éste los prescribirá por todos los rincones de la red.
  • La realidad es que, a día de hoy, las marcas, no sólo regalan sus productos a los influencers sino que les pagan un fee por ejercer de embajadores de su marca.
  • En general, (si buceáis un poco por la red lo podéis comprobar), los influencers se destacan por ser prescriptores de las marcas con las que se sienten identificados o que realmente les gusta. Esto hace que su perfil siga siendo codiciado por las compañías porque el seguidor siente que su opinión es honesta. Bien es cierto que, cuando el pan nuestro de cada día depende de que hables bien del que te paga bien, ¿quién se podría resistir?

BLOGGERS, YOUTUBERS, INSTAGRAMERS…

Sobre el perfil del influencer en general, se puede uno extender muuuuucho. Como os podéis imaginar, los hay especializados en todas las áreas que nos podamos imaginar aunque los más visibles tienen que ver con espectros amplios de consumo: belleza, alimentación, ocio, etc. Pero, ¿qué medios utilizan los influencers para hablar y prescribir marcas? Son varios los perfiles de un influencia. A veces usan uno solo y, en otras ocasiones, alternan distintos recursos:

  • BLOGGERS. Muchos influencers comienzan su andadura con la apertura de un blog relacionado con los contenidos de su interés (moda, viajes, apuro-caravanas, decoración, etc.) . Estos blogs se convierten en recopilatorios de información concreta sobre temas que también resultan apetecibles a otros muchos y es ahí donde se inicia la suma de seguidores. Estos bloggers cuentan sus experiencias relativas a dicho tema y vinculados a productos que tienen una marca. En el momento en que su blog se hace popular, las marcas miran con buenos ojos la posibilidad de que sea uno de sus productos los que enamoren al propietario del sitio.
  • YOUTUBERS, INSTAGRAMERS. En ambos casos, es una plataforma visual en la que la foto y el video tienen todo el protagonismo. Es el espacio ideal para todo el que se desenvuelve bien ante la cámara o con la cámara y lo prefiere a redactar textos. Es también respetable que el receptor tiene la misma tendencia, la de consumir con más facilidad la imagen. Por otro lado, hay muchos temas en los que la imagen es fundamental para mostrar una valoración del mismo.

Los influencers cuentan con millones de seguidores por la simple razón de que hacen creíble el mensaje de una marca. No es casualidad.  A modo de reflexión, 2 cuestiones:

  1. Si el valor de los influencers es que hablan con libertad de lo que les gusta y lo que no, ahora que se convierten en prescriptores pagados por las marcas, pueden correr el peligro de PERDER CREDIBILIDAD si no gestionan bien la relación comercial con las marcas y sus opiniones personales.
  2. Si lo que el receptor necesita es CONTENIDOS HONESTOS, ¿cómo podemos hacer que una marca resulte honesta a sus ojos? ¿No podemos hacer que lo que cuente la marca adquiera MAYOR NATURALIDAD, MAYOR CERCANÍA, MAYOR ESTILO PERSONAL?, o sea, que lo que nos hable no sea una marca, sino las personas que están detrás de la misma. Podríamos calificarlos como BRANDFLUENCERS, ¿no os parece?

Esto venía a que me lo he pasado muy bien mientras (por razones de trabajo), descubría la actividad de algunos de los influencers más reconocidos en España. De verdad, muy divertido pero, otro día os paso lista de los más curiosos y sus curiosidades.

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